Estoy escribiendo desde la panza de Pilger mientras está anclado a metros del East River Bridge -un viejo puente de hierro- en la comunidad de Sheet Harbour, Nova Scotia (googléenlo).
Casi dos horas en auto desde Halifax hasta Sheet Harbour - en una ensenada muy protegida y al lado de un muelle sin nada ni nadie. Luego de que terminamos de desarmar las mochilas y desparramar los petates por todas partes (en redes, debajo de nuestras cuchetas, tras los asientos), Michelle nos preparó una cena de bienvenida con ostiones y vino.
Casi dos horas en auto desde Halifax hasta Sheet Harbour - en una ensenada muy protegida y al lado de un muelle sin nada ni nadie. Luego de que terminamos de desarmar las mochilas y desparramar los petates por todas partes (en redes, debajo de nuestras cuchetas, tras los asientos), Michelle nos preparó una cena de bienvenida con ostiones y vino.
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Primer día y medio en el bote y ya aprendí más de lo que aprendí en un mes y medio en Red Dwarf. Jim y Michelle realmente hacen un esfuerzo por enseñarnos y explicarnos todos los detalles. Tienen mucha paciencia y entienden que no vamos a aprender todo el primer día y que vamos a meter la pata unas cuantas veces. Es la primera vez que viajan con tripulación, un poco para variar y otro poco porque tienen planes de hacer un viaje de un par de años que incluya un cruce al Atlántico -- que sería mucho más llevadero con tripulación. O sea que somos sus conejillos de Indias.
Primer orden del día en la mañana, fue cargar agua en un muelle vecino que pertenece a un grupo de First Nations. Muy buena onda la gente que estaba allí, nos dejaron usar toda el agua que quisiéramos gratis y pudimos llenar los dos tanques.
En la tarde nos tocó ir a New Glasgow (a 90 kms al norte) a comprar provisiones para el resto el viaje: dos carros enteros del supermercado más todo lo que ya habían cargado anteriormente incluyendo conservas de su huerta (jaleas, mermeladas, chutneys, ajo, menta). Provisiones básicas para sus 9 meses de viaje de ida y vuelta al Caribe. Cargar, descargar, remar, cargar, descargar... un día largo.
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[días más tarde...]
Ayer, la primera lluvia nos dio la posibilidad de probar nuestro equipo. Botas, pantalones y camperas aguantaron bien, aunque todavía hace demasiado calor como para saber qué tal resultarán en un par de meses, cuando se acerque el invierno, sea de noche o tras varias horas de tormenta. Aprovechamos a cepillar bien la cubierta y Fadi se divirtió tirándome baldazos de agua "para comprobar que el equipo era a prueba de agua".
En los ratos tranquilos, Jim y Michelle nos explican el funcionamiento de las mil y una cosas que hay que saber del barco, o les enseño español (para cuando lleguen/lleguemos a República Dominicana y Cuba) mientras practico como hacer nudos marineros. Me siento muy scout. Fadi está como pez en el agua: le encanta todo, sus conocimientos de remo han resultado muy útiles y obviamente se da mucha más maña para todo lo que sea manual. Hasta dijo que podría considerar el vivir en un barco ¡ja!
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Me preguntaron que tal era la región. Por lo que poco que he visto y en comparación con Vancouver, chata y muy ventosa. Sorprendentemente canadiense - sé que es tonto pero esperaba quizás más diferencia con el este. Más rural y tranquila y la gente extremadamente amable.
Cuando veníamos caminando desde el muelle a la lavandería-cybercafé cargados con nuestras mochilas y bolsón con ropa para lavar, un señor en un auto paró para preguntarnos si nos podía alcanzar a alguna parte. Y en la mañana, mientras estábamos en cubierta, sentimos un silbido - un señor gritándonos desde el muelle si estaba todo bien y si necesitábamos algo. Es bueno saber que tenemos vecinos tan serviciales.
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Nota 1: Estaremos amarrados en el mismo lugar un par de días aquí hasta que pase la cola del huracán Irene - domingo o lunes.
Nota 2: No llega aquí la señal telefónica, pero estamos conectándonos a Internet regularmente.
Primer día y medio en el bote y ya aprendí más de lo que aprendí en un mes y medio en Red Dwarf. Jim y Michelle realmente hacen un esfuerzo por enseñarnos y explicarnos todos los detalles. Tienen mucha paciencia y entienden que no vamos a aprender todo el primer día y que vamos a meter la pata unas cuantas veces. Es la primera vez que viajan con tripulación, un poco para variar y otro poco porque tienen planes de hacer un viaje de un par de años que incluya un cruce al Atlántico -- que sería mucho más llevadero con tripulación. O sea que somos sus conejillos de Indias.
Primer orden del día en la mañana, fue cargar agua en un muelle vecino que pertenece a un grupo de First Nations. Muy buena onda la gente que estaba allí, nos dejaron usar toda el agua que quisiéramos gratis y pudimos llenar los dos tanques.
Lucía haciendo de cuenta que trabaja muy duro. |
Después, aprovechando que había un poco de viento y el día estaba precioso, nos llevaron a practicar un poco de navegación a vela. Entre des-amarrar y amarrar el barco, sacar las líneas, desatar, descubrir la vela, izarla, izar la otra, volver a enrollarla, andar con el motor para atrás y para adelante, anclar, quitar el ancla, volver a anclar, bajar el bote, ir remando y volver en motor, se fue la mayor parte del día.
En la tarde nos tocó ir a New Glasgow (a 90 kms al norte) a comprar provisiones para el resto el viaje: dos carros enteros del supermercado más todo lo que ya habían cargado anteriormente incluyendo conservas de su huerta (jaleas, mermeladas, chutneys, ajo, menta). Provisiones básicas para sus 9 meses de viaje de ida y vuelta al Caribe. Cargar, descargar, remar, cargar, descargar... un día largo.
[días más tarde...]
Ayer, la primera lluvia nos dio la posibilidad de probar nuestro equipo. Botas, pantalones y camperas aguantaron bien, aunque todavía hace demasiado calor como para saber qué tal resultarán en un par de meses, cuando se acerque el invierno, sea de noche o tras varias horas de tormenta. Aprovechamos a cepillar bien la cubierta y Fadi se divirtió tirándome baldazos de agua "para comprobar que el equipo era a prueba de agua".
En los ratos tranquilos, Jim y Michelle nos explican el funcionamiento de las mil y una cosas que hay que saber del barco, o les enseño español (para cuando lleguen/lleguemos a República Dominicana y Cuba) mientras practico como hacer nudos marineros. Me siento muy scout. Fadi está como pez en el agua: le encanta todo, sus conocimientos de remo han resultado muy útiles y obviamente se da mucha más maña para todo lo que sea manual. Hasta dijo que podría considerar el vivir en un barco ¡ja!
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Me preguntaron que tal era la región. Por lo que poco que he visto y en comparación con Vancouver, chata y muy ventosa. Sorprendentemente canadiense - sé que es tonto pero esperaba quizás más diferencia con el este. Más rural y tranquila y la gente extremadamente amable.
Cuando veníamos caminando desde el muelle a la lavandería-cybercafé cargados con nuestras mochilas y bolsón con ropa para lavar, un señor en un auto paró para preguntarnos si nos podía alcanzar a alguna parte. Y en la mañana, mientras estábamos en cubierta, sentimos un silbido - un señor gritándonos desde el muelle si estaba todo bien y si necesitábamos algo. Es bueno saber que tenemos vecinos tan serviciales.
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Nota 1: Estaremos amarrados en el mismo lugar un par de días aquí hasta que pase la cola del huracán Irene - domingo o lunes.
Nota 2: No llega aquí la señal telefónica, pero estamos conectándonos a Internet regularmente.
Bueno saber que estan a salvo en puerto y esperando que pase la cola de Irene, con todas las noticias al respecto los hemos tenido mucho en mente. Mucha suerte!!!
ReplyDeleteQue lindo! los extrañamos mucho y seguiremos de cerca sus aventuras. Suerte con Irene. Besos.
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