Luego de tres semanas de dieta forzada en el barco no me sorprendió lo que la balanza me dijo cuando me pesé: 3 kilos menos. No mucho para muchos, mucho para mí.
Primer orden de cosas cuando nos bajamos del barco fue engordarme. ¡Y qué mejor manera que con comida asiática!
Aunque en Vancouver hay a razón de 3 restaurantes japoneses y chinos por cuadra, la costa este de Norteamérica, con menos población asiática, tiene que combinar las cocinas asiáticas para atraer suficiente clientela.
Una de las mejores combinaciones: comida tailandesa y japonesa.
Empecé con una sopa Tom Kha, con leche de coco, galangal o jengibre azul, tofu, lima, lemongrass y cilantro.
Y de plato principal un bento box con vuelta: pad thai con pollo, sashimi de salmón y atún, sushi y ensalada de espinaca.
Aunque en Vancouver hay a razón de 3 restaurantes japoneses y chinos por cuadra, la costa este de Norteamérica, con menos población asiática, tiene que combinar las cocinas asiáticas para atraer suficiente clientela.
Una de las mejores combinaciones: comida tailandesa y japonesa.
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| Feliz con mi sopa tailandesa. |
Y de plato principal un bento box con vuelta: pad thai con pollo, sashimi de salmón y atún, sushi y ensalada de espinaca.
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